Por Jorge Capelán, RLP/TcS.
La aciaga noticia de que el presidente Hugo Chávez debe 
interrumpir sus obligaciones al mando de la Revolución Bolivariana para,
 una vez más, enfrentar un duro combate contra el cáncer que se creía en
 retirada, ha causado conmoción entre los pueblos del mundo. 
 No en vano, hace unos días, el canciller palestino, Riyad Al Maliki, 
decía en una entrevista para TeleSur que "ahora Hugo Chávez no es la 
persona que pertenece a Venezuela, es una persona que pertenece al mundo
 entero", ya que Hugo Chávez "representa la lucha verdadera del ser 
humano que quiere ser libre, independiente, tanto en Venezuela como en 
Palestina, como en cualquier otro país".
Esta verdad, comprendida
 por millones de personas del pueblo dentro y fuera de Venezuela, fue 
corroborada por las masivas vigilias y las numerosas expresiones de 
solidaridad que han tenido lugar en todo el globo. Una manifestación 
virtual organizada por Internet para desear la pronta recuperación de 
Chávez se convirtió en el tema más popular de la red social Twitter 
horas antes de iniciar habida cuenta de los millones de mensajes 
enviados desde Venezuela, América Latina y el mundo.
Esos 
millones de personas comprendieron lo que quiso decir Chávez el sábado 
por la noche cuando afirmó: "En el marco de este mensaje, que por 
supuesto jamás hubiese querido transmitirles a ustedes, porque me da 
mucho dolor en verdad que esta situación cause dolor, cause angustia a 
millones de ustedes, pues, que hemos venido conformando una sólida 
unidad, un solo ente, porque como decíamos y decimos, ya en verdad 
Chávez no es este ser humano solamente, Chávez es un gran colectivo, 
como decía el eslogan de la campaña: ¡Chávez, corazón del pueblo! Y el 
pueblo está aquí en el corazón de Chávez. Y menos aún en estos días de 
Navidad. Pero, bueno, así son las circunstancias de la vida."
Pero
 esos son los pueblos. Las élites que viven de, por y para el imperio, 
por su parte, no pudieron disimular su gozo. El ejemplo más gráfico es 
el de la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, que tuvo el
 descaro de afirmar que "cualquier sucesión (de Chávez) siga los 
términos de la Constitución venezolana", un descaro que adquiere tintes 
verdaderamente macabros para todo el que conoce que fueron los propios 
Estados Unidos los que organizaron un golpe de Estado para derrocar a 
Chávez y acabar, no sólo con su vida, sino con la misma Constitución 
Bolivariana que ahora piden "respetar".
Esas voces en Nicaragua 
adquieren tintes de farsa. Por ejemplo, y como era predecible, el diario
 zopilote, La Prensa, junto a algunos políticos-zopilotes del PLI-MRS, 
fueron los primeros en especular con la posible desaparición física del 
Comandante Chávez. Pobres, ¡qué poco conocen a nuestros pueblos!
Mención
 aparte merecen las declaraciones del presidente del Cosep, José, Adán 
Aguerri, sobre la necesidad de un TLC con Venezuela y de las ventas de 
carne al país bolivariano en momentos en los que el presidente Hugo 
Chavez se encuentra librando una batalla contra el cáncer. Aparte de su 
mal gusto, muestran la estrechez de miras del empresariado nicaragüense.
Paradójicamente,
 mientras que la inmensa mayoría de las y los pulperos, de las y los 
mercaderos, de las y los artesanos y de todo el pueblo humilde de 
Nicaragua se encuentra elevando plegarias por la salud del comandante 
Chávez, los dirigentes de la empresa privada se comportan como 
verdaderos pulperos desalmados, hablando de carne y de negocios. Por 
suerte que el presidente de Nicaragua es el Pueblo, porque el 
empresariado de este país se encuentra muy lejos de poder jugar un papel
 de liderazgo, por más que lo reclame, muchas veces atribuyéndose 
méritos que no le corresponden.
En fin, como dijo una vez el 
comandante Chávez refiriéndose a la pequeñez del alma de cierta gente: 
"Águila no come mosca". Los pueblos de Nuestra América entienden que 
estos son momentos triste pero gloriosos y de gran responsabilidad. Como
 dijo Daniel ayer, estos son momentos trascendentales para América.
“Hoy
 la América por la cual luchó Bolívar, esa América Latina y Caribeña que
 hasta hace unos años lucía totalmente fragmentada, hoy se encuentra más
 unida que nunca y se ha encarnado en proyectos extraordinarios donde 
brilla el fuego de los libertadores” aseguró el líder nicaragüense 
refiriéndose al ALBA, a la CELAC y a tantas otras de las maravillas que 
hoy en día presenciamos.
Esa es la verdad que comprenden los 
pueblos y estarán a la altura de ella. No dejarán, por nada del mundo, 
que se apague el fuego de los libertadores.
martes, 11 de diciembre de 2012
miércoles, 5 de diciembre de 2012
La corrupción, buena para el crecimiento económico
Por Jorge Capelán.
¡CONFIRMADO, LA CORRUPCIÓN ES BUENA PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO!
Los 15 países menos corruptos según el índice mundial de Transparencia Internacional (TI), que comprende a 177 naciones, crecieron en 2011 como promedio un discreto 2.46% mientras que los 15 países más corruptos crecieron un respetable 6.07% en el mismo período.
En Las Américas, los dos países que se encuentran en la cima de la liga de la decencia y la moralidad, Canadá y Barbados, crecieron como promedio un lamentable 1.42% en 2011. Los 18 países que se encuentran entre los lugares 16 y 99 de la liga de TI crecieron en promedio 2.92%, mientras que los doce países más corruptos de América Latina, entre los que - faltaba más - se encuentran los países del ALBA, crecieron nada más ni nada menos que 4.78%.
Los Estados Unidos, en el lugar número 19 de la liga de los menos corruptos, creció tan solo 1.7% mientras que China, sólidamente anclada en el puesto 80 de la lista, creció nada más ni nada menos que 9.3%.
Los datos fueron sacados cruzando la lista de crecimiento económico del Banco Mundial con el último informe de la ONG Transparencia Internacional publicado este miércoles.
NOTA: No, la corrupción no es buena para la economía, pero los datos de esta nota son verdaderos. A la corrupción hay que combatirla, lo que pasa es que los informes politizados de la corrupta ONG de la CIA Transparencia Internacional no tienen nada que ver con eso sino con la necesidad de los planificadores de la OTAN de producir cifras barnizadas de respetabilidad sobre países a los que por una razón u otras les interesa demonizar.
Los 15 países menos corruptos (crecimiento promedio: 2.46%):
1. Dinamarca (1.0)
1. Finlandia (2.9)
1. Nueva Zelanda (1.9)
4. Suecia (3.9)
5. Singapur (4.9)
6. Suiza (2.1)
7. Australia (1.8)
7. Noruega (1.4)
9. Canadá (2.5)
9. Holanda (1.2)
11. Islandia (3.1)
12. Luxemburgo (1.6)
13. Alemania (3.0)
14. Hong Kong (5.2)
15. Barbados (0.34) (Datos no oficiales de 2010)
La potencia global en ascenso:
80. China (9.3)
Los 15 países más corruptos (crecimiento promedio sin contar tres países de los que faltan datos 6.075%):
160. RD de Congo (6.9)
160. Laos (8.0)
160. Libia (?) (País destruido por la OTAN)
163. Guinea Ecuatorial (7.1)
163. Zimbabue (9.3)
165. Burundi (4.2)
165. Chad (3.1)
165. Haití (5.6)
165. Venezuela (4.2)
169. Irak (9.9)
170. Turkmenistán (9.9)
170. Uzbekistán (8.3)
172. Birmania (?)
173. Sudán (-4.9) (En guerra)
174. Afganistán (8.2)
174. Corea del Norte(?) (Pero van a lanzar un cohete al espacio este año)
174. Somalia (?) (En guerra - invadida)
Clasificación del continente americano:
Entre los 15 menos corruptos (dos países con un crecimiento promedio del 1.42%)
9 Canadá (2.5)
15 Barbados (0.34) (Datos no oficiales de 2010)
Entre los 15 y los 100 corruptos (crecimiento promedio del 2.92%):
19 Estados Unidos (1.7)
20 Chile (6.0)
20 Uruguay (5.7)
22 Bahamas (1.6)
22 Santa Lucía (0.7)
33 Puerto Rico (-2.1)
36 St Vicente y Granadinas (0.0)
41 Dominica (1.1)
48 Costa Rica (4.2)
58 Cuba (2.1)
69 Brasil (2.7)
80 Trinidad-Tobago(-1.4)
83 El Salvador (1.5)
83 Jamaica (1.3)
83 Panamá (10.6)
83 Perú (6.9)
88 Surinam (4.1)
94 Colombia (5.9)
El fondo de la liga (crecimiento promedio del 4.78%):
102 Argentina (8.9)
105 Bolivia (5.1)
105 México (3.9)
113 Guatemala (3.9)
118 República Dominicana (4.5)
118 Ecuador (4.8)
130 Nicaragua (4.7)
133 Guyana (4.4)
153 Honduras (3.4)
150 Paraguay (4.0)
165 Haití (5.6)
165 Venezuela (4.2)
Fuentes:
http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD.ZG
http://www.indexmundi.com/barbados/gdp_real_growth_rate.html
http://www.transparency.org/cpi2012/results
http://www.elmundo.com.ve/noticias/economia/internacional/vea-la-clasificacion-de-la-percepcion-de-corrupcio.aspx
¡CONFIRMADO, LA CORRUPCIÓN ES BUENA PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO!
Los 15 países menos corruptos según el índice mundial de Transparencia Internacional (TI), que comprende a 177 naciones, crecieron en 2011 como promedio un discreto 2.46% mientras que los 15 países más corruptos crecieron un respetable 6.07% en el mismo período.
En Las Américas, los dos países que se encuentran en la cima de la liga de la decencia y la moralidad, Canadá y Barbados, crecieron como promedio un lamentable 1.42% en 2011. Los 18 países que se encuentran entre los lugares 16 y 99 de la liga de TI crecieron en promedio 2.92%, mientras que los doce países más corruptos de América Latina, entre los que - faltaba más - se encuentran los países del ALBA, crecieron nada más ni nada menos que 4.78%.
Los Estados Unidos, en el lugar número 19 de la liga de los menos corruptos, creció tan solo 1.7% mientras que China, sólidamente anclada en el puesto 80 de la lista, creció nada más ni nada menos que 9.3%.
Los datos fueron sacados cruzando la lista de crecimiento económico del Banco Mundial con el último informe de la ONG Transparencia Internacional publicado este miércoles.
NOTA: No, la corrupción no es buena para la economía, pero los datos de esta nota son verdaderos. A la corrupción hay que combatirla, lo que pasa es que los informes politizados de la corrupta ONG de la CIA Transparencia Internacional no tienen nada que ver con eso sino con la necesidad de los planificadores de la OTAN de producir cifras barnizadas de respetabilidad sobre países a los que por una razón u otras les interesa demonizar.
Los 15 países menos corruptos (crecimiento promedio: 2.46%):
1. Dinamarca (1.0)
1. Finlandia (2.9)
1. Nueva Zelanda (1.9)
4. Suecia (3.9)
5. Singapur (4.9)
6. Suiza (2.1)
7. Australia (1.8)
7. Noruega (1.4)
9. Canadá (2.5)
9. Holanda (1.2)
11. Islandia (3.1)
12. Luxemburgo (1.6)
13. Alemania (3.0)
14. Hong Kong (5.2)
15. Barbados (0.34) (Datos no oficiales de 2010)
La potencia global en ascenso:
80. China (9.3)
Los 15 países más corruptos (crecimiento promedio sin contar tres países de los que faltan datos 6.075%):
160. RD de Congo (6.9)
160. Laos (8.0)
160. Libia (?) (País destruido por la OTAN)
163. Guinea Ecuatorial (7.1)
163. Zimbabue (9.3)
165. Burundi (4.2)
165. Chad (3.1)
165. Haití (5.6)
165. Venezuela (4.2)
169. Irak (9.9)
170. Turkmenistán (9.9)
170. Uzbekistán (8.3)
172. Birmania (?)
173. Sudán (-4.9) (En guerra)
174. Afganistán (8.2)
174. Corea del Norte(?) (Pero van a lanzar un cohete al espacio este año)
174. Somalia (?) (En guerra - invadida)
Clasificación del continente americano:
Entre los 15 menos corruptos (dos países con un crecimiento promedio del 1.42%)
9 Canadá (2.5)
15 Barbados (0.34) (Datos no oficiales de 2010)
Entre los 15 y los 100 corruptos (crecimiento promedio del 2.92%):
19 Estados Unidos (1.7)
20 Chile (6.0)
20 Uruguay (5.7)
22 Bahamas (1.6)
22 Santa Lucía (0.7)
33 Puerto Rico (-2.1)
36 St Vicente y Granadinas (0.0)
41 Dominica (1.1)
48 Costa Rica (4.2)
58 Cuba (2.1)
69 Brasil (2.7)
80 Trinidad-Tobago(-1.4)
83 El Salvador (1.5)
83 Jamaica (1.3)
83 Panamá (10.6)
83 Perú (6.9)
88 Surinam (4.1)
94 Colombia (5.9)
El fondo de la liga (crecimiento promedio del 4.78%):
102 Argentina (8.9)
105 Bolivia (5.1)
105 México (3.9)
113 Guatemala (3.9)
118 República Dominicana (4.5)
118 Ecuador (4.8)
130 Nicaragua (4.7)
133 Guyana (4.4)
153 Honduras (3.4)
150 Paraguay (4.0)
165 Haití (5.6)
165 Venezuela (4.2)
Fuentes:
http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD.ZG
http://www.indexmundi.com/barbados/gdp_real_growth_rate.html
http://www.transparency.org/cpi2012/results
http://www.elmundo.com.ve/noticias/economia/internacional/vea-la-clasificacion-de-la-percepcion-de-corrupcio.aspx
martes, 4 de diciembre de 2012
Santos y la política del Gran Garrote
Por Jorge Capelán.
La semana pasada el presidente colombiano
 Juan Manuel Santos - con sus cañoneras en amplio despliegue en la zona 
del Caribe, que según el Tribunal de La Haya debía haber evacuado ya el 
19 de noviembre - dijo que con Nicaragua hablaría "suave en la forma 
pero firme en el fondo".
Esas palabras, que en los medios 
colombianos fueron ensalzadas como todo un monumento a la racionalidad, 
la educación y el comedimiento - y, en última instancia, como prueba de 
la superioridad racial de la oligarquía colombiana sobre los 
nicaragüenses - , en realidad no son sino un refrito de la vieja 
ideología del "Big Stick", la misma que inmortalizó el presidente 
estadounidense Theodore Roosevelt cuando dijo aquello de "habla 
suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos".
Es una ideología según la cual el orden y
 las buenas costumbres deben primar en las relaciones de dominación y 
sumisión entre los estados siempre y cuando la potencia más fuerte, en 
este caso la del Destino Manifiesto, esté en las cercanías con sus 
flotas y sus tropas, "por si acaso". En realidad, es una vil 
racionalización del derecho del más fuerte digna de Arturo Ui, aquel 
gángster ficticio que con las mañas más arteras se hizo del control del 
mercado del coliflor en la ciudad de Chicago, y con el que el dramaturgo
 alemán Bertolt Brecht magistralmente ejemplificó el ascenso de Adolf 
Hitler al poder.
Esa ideología fue la que Roosevelt usó en
 1902-1903 para, reforzando la presencia de sus marines en Cuba, someter
 a Venezuela, que había cometido la insolencia de negarse a pagar unas 
deudas infames a los ingleses, los alemanes y los italianos. Con sus 
tropas desde la mayor de las Antillas prestas a invadir, Roosevelt hizo a
 Cipriano Castro la "irresistible oferta" de que los europeos 
levantarían su bloqueo a cambio de que Venezuela dedicase el 30% de sus 
ingresos de aduanas al pago de la "deuda".
También en 1903, y con la misma doctrina,
 el comandante John Hubbard del buque norteamericano "Nashville", 
impidió el transporte y cualquier desembarco posterior de las tropas 
colombianas en Colón, en la históricamente secesionista provincia de 
Panamá, argumentando que debía respetarse la "neutralidad" del 
ferrocarril, un argumento que las autoridades norteamericanas habían 
empleado en anteriores ocasiones en sentido contrario. En realidad, los 
Estados Unidos se decidieron a apoyar la independencia de Panamá luego 
de que el Congreso de Bogotá rechazara la "irresistible" propuesta 
norteamericana de construir un canal interoceánico en el istmo a cambio 
de unas pocas migajas para Colombia.
Un tratado similar le habían obligado a 
aceptar a Nicaragua ya en 1901, cuando el Secretario de Estado John Hay 
le hizo al país la "irresistible" propuesta de que se le cediese el 
territorio nacional para construir un canal interoceánico por unos 
míseros 100 mil dólares al año. En vista de las cañoneras, las élites 
nicaragüenses consideraron que no tenían más remedio que aceptar la 
oferta, aunque subieron un poquito el precio. Cuando más tarde el 
presidente José Santos Zelaya se tomó en serio la idea de hacer un canal
 por su cuenta con la ayuda de los japoneses y los alemanes, fue 
desestabilizado y finalmente "invitado" a dimitir con una infame nota 
del secretario de Estado Philander Chase Knox, debidamente respaldada 
por fuertemente armadas cañoneras.
Con ese cuento de "hablar suave pero con 
firmeza", los Estados Unidos intervinieron en numerosas ocasiones en su 
Mare Nostrum (Mar Nuestro), el Caribe, donde ningún país que haya sido 
intervenido una vez se ha logrado escapar de repetir la experiencia al 
menos en una segunda ocasión.
Además de la separación de Panamá de 
Colombia en 1903 y la Nota Knox contra Zelaya de 1909, se pueden 
mencionar las ocupaciones militares de República Dominicana entre 1916 y
 1924, de Cuba entre 1906 y 1909 y de Haití desde 1915 hasta 1934, entre
 muchas otras. En realidad, la doctrina del Gran Garrote es hoy en día 
parte integral de la caja de herramientas geopolíticas del imperio.
Dicho todo esto y volviendo al tema de 
las altisonantes declaraciones de Santos, debemos plantear un par de 
preguntas relevantes: ¿Están las élites colombianas en una posición que 
les permita utilizar el lenguaje de sus amos históricos en lo que 
respecta a sus intereses estratégicos en el Caribe con respecto a 
Nicaragua? Cuando Santos dice que va a hablar "suave en la forma pero 
firme en el fondo" con Nicaragua, ¿es él el que habla, o son los Estados
 Unidos?
Creo que la respuesta a esas preguntas es
 compleja y contradictoria. El mundo de inicios del Siglo XXI no es 
igual al de los inicios del Siglo XX.
Si hace 100 años los EE.UU. eran el 
hegemón global en ascenso, hoy son el hegemón global en declive, con 
China como la primer economía mundial a la vuelta de la esquina y un 
naciente orden multipolar. Están empantanados en el Oriente Medio, 
rehenes de su apoyo al Estado Sionista de Israel. Al mismo tiempo, 
quieren cercar a China en el Pacífico y contener a Rusia con "escudos 
antimisiles" que le permitan asestar un primer golpe nuclear. Todo eso 
lo quieren hacer con una economía en quiebra y un ejército en el que, 
según un estudio encargado por el Centro de Conducción Militar de Fort 
Leavenworth, Kansas, solo uno de cada cuatro oficiales cree que está 
siendo conducido de manera correcta por sus mandos.
El Caribe sigue siendo el Mar Nuestro de 
los EE.UU., pero desde hace 4 años han tenido que soportar, a vista y 
paciencia, el regreso de la flota rusa a sus aguas, con planes 
anunciados de montar una base en Cuba. Colombia entera es formalmente 
una base militar de los Estados Unidos, en virtud de los acuerdos 
firmados por ese país. Sin embargo, Bogotá está empeñada en unas 
conversaciones de paz con unas guerrillas que no ha logrado derrotar y 
que obligan a Colombia a dedicar entre 5 y 6% del PIB en gastos de 
guerra (uno de los más altos en el mundo) y ahuyentan a la inversión 
extranjera.
Es cierto, a mediados de 2008 los EE.UU. 
restablecieron su IV Flota en el Caribe, y poco menos de 12 meses más 
tarde era derrocado José Manuel Zelaya en Honduras, pero no han logrado 
estabilizar su dominio sobre ese país, mucho menos convertirlo en un 
santuario para sus guerras de "baja intensidad" como lo hicieron en la 
década de los 1980s contra Nicaragua.
A diferencia de los inicios del Siglo XX,
 100 años más tarde en la región existen movimientos populares 
organizados como sujetos políticos con agendas propias que ponen límites
 a lo que son capaces de hacer las élites. Porfirio Lobo está 
desesperado por reactivar el acuerdo de Petrocaribe, no pudo llevar a 
cabo el escandaloso proyecto de los batustanes neoliberales llamado 
"Ciudades Modelo" y ve con resignación cómo en su país se ha roto con el
 bipartidismo ante el avance de la Resistencia. Al mismo tiempo 
Martinelli, en Panamá, es obligado por las protestas populares a anular 
un proyecto por el que se pretendía malvender la zona franca de Colón - 
algo que tan sólo una década atrás habría a sido una cuestión de mero 
trámite. En El Salvador, el FMLN sigue siendo el partido de gobierno a 
pesar de todos los esfuerzos de ARENA por retornar al pasado.
En Nicaragua, bajo el gobierno 
sandinista, se viven tiempos históricos de estabilidad y prosperidad, 
con niveles de crecimiento entre los más altos de la región y claras 
tendencias de reducción de la pobreza y la desigualdad, así como de 
recomposición de las instituciones, el Estado y la sociedad en su 
conjunto.
Al contrario de la realidad construida 
por los cables de las agencias occidentales de noticias, el gobierno del
 presidente Daniel Ortega goza de un respaldo popular masivo gracias a 
su capacidad para alcanzar amplios consensos y de dar respuesta a las 
necesidades más sentidas de la población. En la Nicaragua de hoy en día 
es un suicidio político pronunciarse en contra de la necesidad de 
políticas de reducción de la pobreza, de proyectos de inversión como el 
del Canal Interoceánico, negar la soberanía del país sobre el Río San 
Juan o su derecho a los recursos del Mar Caribe.
Sobre los temas limítrofes, el consenso 
existente en Nicaragua se asienta en el triunfo revolucionario del 19 de
 julio de 1979, a raíz del cual una serie de tratados lesivos a la 
soberanía nacional firmados en condiciones de ocupación extranjera 
fueron denunciados y una política de recuperación del territorio 
nacional fue comenzada. Desde 1856, un caso excepcional en la historia 
moderna, Nicaragua perdió cerca de un tercio de su territorio a manos de
 sus dos vecinos, de tamaño mucho menor, Honduras y Costa Rica.
Desde los tiempos de la colonia, un 
interés recurrente de los poderes coloniales ha sido el de lograr que 
Centro América estuviese dividida en pequeñas unidades políticas en 
orden de garantizar su sumisión. Esto era extremadamente importante en 
el caso de Nicaragua, la mayor de las repúblicas independizadas de 
España. No es casualidad que con la invasión del filibustero William 
Walker el proceso de despojo de Nicaragua cobró nuevas fuerzas.
Desde la perspectiva nicaragüense, el 
tratado Bárcenas Meneses-Esguerra es nulo desde el momento en que fue 
firmado bajo ocupación norteamericana. Basta con ver el mapa del Caribe 
para darse cuenta de que Nicaragua está acorralada en ese mar. Es el 
único país centroamericano con costas en ambos océanos sin un puerto de 
aguas profundas en uno de ellos: El Caribe. Una de las razones de este 
hecho es que la escasa franja costera que las cañoneras colombianas 
estacionadas a lo largo del meridiano 82 dificultaba la viabilidad 
económica del proyecto para Nicaragua.
Esa situación es comprendida por los 
vecinos centroamericanos de Nicaragua en el Caribe, que están sometidos a
 presiones similares por las fronteras de Colombia. La oligarquía 
colombiana se equivoca si da por sentado el apoyo de los países de la 
región en su política antinicaragüense. Ni siquiera Costa Rica, que 
podría haber perdido mar a raíz del fallo de La Haya, ha puesto en duda 
la validez del mismo. Incluso, no sería extraño que intentase renegociar
 su tratado limítrofe con Colombia sobre el Caribe, que no ha sido 
ratificado por el Parlamento.
Una continuación de la política de 
confrontación por parte de Colombia probablemente tendría como 
consecuencia que Centro América cierre filas tras Nicaragua. A nivel 
popular, no existe ningún entusiasmo por aventuras guerreristas de 
ninguna clase, y a nivel de estados, no existen ánimos para plegarse 
ante agendas que sólo dificultan el flujo de las inversiones. Pero 
además, hay un proceso más profundo que hace inviable la aplicación de 
las políticas del Gran Garrote en la región.
La firma de los acuerdos de Esquipulas 
II, en 1987, rechazada en su momento por los Estados Unidos, fue un 
hecho geopolítico sin precedentes en la región. Más allá del 
reconocimiento por los demás países centroamericanos de la legitimidad 
del gobierno sandinista, esos acuerdos implicaron una ruptura con el 
status quo imperial y la lógica del Gran Garrote toda vez que los 
gobiernos de la región, apoyados por un grupo de países sudamericanos, 
lograron resolver sus diferencias entre ellos mismos, al margen de los 
Estados Unidos.
La oligarquía colombiana fue incapaz, en 
esas condiciones, de entender que debía renegociar su geopolítica en el 
Caribe, en lugar de seguir como aprendiz de hegemón regional a la cola 
del hegemón global. En lugar de eso, la oligarquía colombiana actuó con 
prepotencia e ignoró la decisión nicaragüense de declarar nulo el 
tratado Bárcenas Meneses-Esguerra a inicios de los 80s, dejándose 
encandilar por el "reconocimiento" de parte de la administración Reagan 
de su "soberanía" sobre los callos Quitasueño, Roncador y Serrana.
A la firma de los acuerdos de Esquipiulas
 II en Centroamérica, para las élites colombianas siguieron 20 años de 
vivir de la ilusión, con sus planes Colombia y Patriota, financiados con
 enormes sumas de dinero estadounidense y sueños de sentirse "el Israel 
de América Latina". Ahora todo eso se acabó y el fallo de la CIJ no hizo
 otra cosa que devolver a Colombia a la realidad. Una prueba de ello es 
que el mismísimo juez ad-hoc designado por Bogotá en el Alto Tribunal 
votó a favor del fallo, y sólo estuvo en desacuerdo con la manera en que
 se trazaron los límites, proponiendo otra que, a su juicio, le habría 
dado a Nicaragua la misma cantidad de mar.
Difícilmente logre Colombia el apoyo 
explícito de Washington para su actitud de desacato a la CIJ. Ayer en 
Managua, la embajadora estadounidense, Phyllis Powers, aseguró que 
“vamos a seguir trabajando muy estrechamente con Nicaragua en la lucha 
contra el narcotráfico” independientemente de la nueva situación 
fronteriza. Esto lo dijo a sabiendas de que la Asamblea Nacional en 
Managua, el mismo día de la semana pasada que renovó su invitación a 
Estados Unidos para colaborar en la lucha contra en narcotráfico en el 
Caribe, invitaba a las armadas de Cuba y Rusia a hacerse presentes en la
 zona.
No se trata de que los Estados Unidos 
repentinamente hayan desarrollado una simpatía por Daniel Ortega, o que 
no les preocupe el hecho de que Nicaragua adquiera el peso regional que 
está alcanzando.
La élite estadounidense está dividida 
sobre el tema de la Convención del Mar, que Colombia no ha ratificado y 
los EE.UU. ni siquiera han firmado porque, según argumentaba Ronald 
Reagan a inicios de los 80s, el hacerlo sería como poner la soberanía de
 Estados Unidos en las manos del tercer mundo. Sin embargo, desde 
entonces a esta parte una gran mayoría de los países del mundo se han 
convertido en signatarios del Tratado, y los EE.UU. están perdiendo 
muchos billones en contratos de explotación marítima, por lo que la 
presión para su ratificación es cada vez más fuerte, y no solo entre las
 filas de los demócratas.
Como acostumbra recordar el presidente 
ecuatoriano Rafael Correa, no estamos asistiendo a una mera época de 
cambios, sino a un cambio de época signado por el fin de la hegemonía 
estadounidense. La oligarquía colombiana debería elegir qué camino 
quiere seguir: o normaliza sus relaciones con la sociedad colombiana y 
con el resto de América Latina, o sigue por el trillado camino del 
gamonalismo interno y externo que Santos en vano trata de esconder tras 
su discurso de "hablar suave en la forma pero firme en el fondo".
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