Miami. Por Jorge Capelán,             RLP / TcS.
Ayer miércoles, el         narcoterrorista Otto Reich         acusó desde las páginas de El Nuevo Herald de Miami a la Alianza         Bolivariana         para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), específicamente a         Ecuador y a         Venezuela, de utilizar el Sistema Único de Compensación Regional         (SUCRE) para         "lavar" dinero iraní – un tema del cual algo sabe, dada su         prominente         participación en el famoso escándalo Irán-Contras en la década         de los 80s.
"La           dolarización (en Ecuador) y el mecanismo del SUCRE juntos           representan un           mecanismo ideal para ocultar operaciones de lavados de dinero           en la región (…)           existen razones para creer que estos países (es decir, el           ALBA) están utilizando           el SUCRE y el Banco Central del Ecuador para blanquear dinero           proveniente de           actividades ilícitas tales como narcotráfico, terrorismo y           secuestros", afirma Reich en un         artículo de opinión titulado "Irán, ALBA           y el lavado de dinero".
En primer lugar es necesario         constatar que la         denominación de Reich como narcoterrorista no es gratuita: 
El ex embajador de EE.UU. en         Venezuela, ex subsecretario         de Estado para Asuntos Hemisféricos y ex miembro del Consejo de         Seguridad         Nacional, en la década de los 80s del siglo pasado fue también         jefe de la         Oficina de la Diplomacia Pública de Ronald Reagan, desde la cual         usó         ilegalmente los fondos de propaganda del gobierno de los Estados         Unidos para         publicar anuncios que solicitaban donaciones a favor de la         Contra nicaragüense.
Esta actividad sirvió de         mampara para         blanquear las enormes sumas provenientes del narcotráfico y la         venta de armas         que financiaron la guerra sucia de los Estados Unidos contra         Nicaragua. Gracias         al trabajo de Reich, se justificaba la aparición de dinero del         narco en cuentas         de mercenarios antisandinistas en bancos de Gran Caimán y de         Suiza.
El escándalo de venta secreta         de armas a Irán         (que no tenía nada que ver con la guerra en Centroamérica) para         financiar a la         contra destapó a su vez toda la red ilegal y delictiva sobre la         que se basaba         la agresión estadounidense contra Nicaragua.
Entre los socios de Reich en         esos días         estuvieron los terroristas Luis Posada Carriles, Orlando Bosch y         el operativo         de la CIA Félix Rodríguez Mendigutía, que fue obligado a         terminar a raíz del         escandalo Irán-Contras.
Según Reich, "Irán ha         desarrollado con la         ayuda de Ecuador y Venezuela un mecanismo que le permite eludir         las sanciones         finacieras a través del uso de un sistema financiero paralelo,         propio de los         países del ALBA (eje Cuba-Venezuela-Ecuador-Bolivia-Nicaragua),         y así llevar a         cabo operaciones de lavado".
Según el narcoterrorista, a         fines de 2008 el Banco         Central de Ecuador acordó crear un mecanismo para facilitar         operaciones entre  el         Export Development Bank of Iran (EDBI) y el         Banco Internacional de Desarrollo en Caracas (BID). 
"Para ese entonces, tanto el         EBDI como el         BID ya habían sido añadidos a la lista de entidades sancionadas         por la Oficina         de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del         Tesoro, por haber         brindado servicios financieros al Ministerio de Defensa de         Irán", agrega         Reich.
Cómo esa pudiese ser una         operación delictiva, es         algo que desafía la inteligencia. Las únicas pruebas que aporta         el         narcoterrorista de Reich consisten en hablar de "sesiones         reservadas", "informes confidenciales" y de disposiciones de         írritas         instituciones estadounidenses como la Oficina de Control de         Activos Extranjeros         (OFAC) del Departamento del Tesoro, encargada, entre otras         cosas, de imponer         las ilegales sanciones extraterritoriales del criminal bloqueo a         Cuba.
No hacerle caso a la OFAC no es         un acto         ilegal, es un acto soberano, como soberana también habría sido         la decisión del         EBDI de extender líneas de crédito al Ecuador por 40 millones de         dólares para         importar bienes y servicios de Irán.
Según Reich, experto en         operaciones de lavado,         con el SUCRE "las naciones del ALBA pueden pasar por alto la         supervisión         de bancos extranjeros cuando quieren ocultar ciertas         transacciones. El único         control respecto a la licitud de dichas transacciones depende         directamente de         los mismos bancos centrales miembros del SUCRE". 
Con esta observación, Reich         abre la caja de         Pandora, porque, como es sabido, los Estados Unidos consumen la         mitad de la         droga en el planeta y sus bancos son una lavandería gigantesca:         Según el         senador demócrata Carl Levin, "Las estimaciones indican que entre 500 mil         millones y un billón de         dólares de origen criminal se mueven y depositan anualmente en         los bancos. Se         estima que la mitad de ese dinero viene a dar a Estados Unidos".
Sin         embargo, esas cifras sólo toman en cuenta el dinero proveniente         del crimen         organizado, no incluyen transferencias         ilegales ni flujos         de capital hechos por dirigentes políticos corruptos, ni los         provenientes de         evasión tributaria cometida en países extranjeros. En realidad,         la banca         estadounidense vive del lavado. Si la "doctrina Reich" se         aplicase         consecuentemente los banqueros yanquis serían los primeros en ir         a la cárcel.
Es más, si la "doctrina Reich"         se         aplicase sólo en Miami, con un promedio más alto de millonarios         que en el resto         de los Estados Unidos, una ciudad donde hay más de mil         millonarios cubanoamericanos         de los cuales unos 150 tienen fortunas por encima de los 50         millones de         dólares, el problema del lavado a nivel global sería grandemente         reducido. 
Varios de esos millonarios         miamenses son         amigos de Otto Reich. Sus fortunas fueron amasadas a partir de         sucesivas         oleadas, empezando por los millones de la dictadura batistiana y         siguiendo por         las generosas "ayudas" de la CIA a cuánto grupo de Miami se         incorporase a las causas más nefastas al servicio de los Estados         Unidos. A esto         se le sumó, a partir de los 70s, el auge del tráfico de drogas         de la mano de la         mafia.
En los días del Irán-Contras,         cuando Otto         Reich hacía que recaudaba donaciones voluntarias para ocultar el         trasiego, los         aviones traían armas a Centroamérica y regresaban con cocaína a         California y otras         ciudades. En esos días, amigos de Reich como la familia Mas         Canosa llegaron a         convertirse en una especie de Al Capones modernos.
Por eso no causa sorpresa el         dar con la fuente         de inspiración para el artículo de Otto Reich: Una reunión         organizada por sus         mafiosos amigos banqueros de Miami sobre el tema del lavado.
Hace unas semanas, el 22 de         febrero, El Nuevo           Herald publicó un cable de EFE informando acerca de la         realización de         la XII Conferencia Anual sobre Prevención de Lavado de Dinero de         la Asociación         de Bancos Internacionales de Florida (Fiba).
Uno de los temas centrales de         la conferencia,         según dijo a EFE su presidente, Clemente Vázquez-Bello, fue la         llamada Ley         Integral de Sanciones, Responsabilidad y Desinversión (Cisada,         por sus siglas         en inglés), que contiene sanciones a Irán.
“La legislación federal intenta         imponer         extraterritorialmente las sanciones que ha impuesto Estados         Unidos a Irán al         sistema bancario mundial, porque básicamente prohíbe que los         bancos         estadounidenses tengan cuentas con entidades financieras         extranjeras si         participan en transacciones prohibidas con ese país”, explicó.
A la conferencia asistieron,         según el cable,         1.150 banqueros de 40 países y entre los participantes         estuvieron James H.         Freis, del Departamento del Tesoro y Jonathan R. Thomas, jefe de         evaluación y         supervisión de las industrias reguladas de la OFAC. 
Todo para tratar de hacer         aplicar las leyes espurias         de Estados Unidos contra terceros países – un proyecto condenado         al fracaso en         un mundo ya entrado en la multipolaridad. Y si no que vayan a         convencer a los         chinos y a los rusos de que se plieguen a sus presiones.
A Reich, al que todos en         Washington tratan         como si fuese un apestado, una especie de “tjernobilito”         andante, no se le hace         mucho caso. Pero de vez en cuando sale de su escondite para         proferir amenazas de         manera “cuasi oficial” a cuenta de terceros. 
El Espacio Económico del ALBA,         el BALBA (Banco         del ALBA) y el SUCRE son proyectos estratégicos de nuestros         pueblos en la         búsqueda de la soberanía y en la lucha contra la pobreza. No         serán detenidos         por los ladridos de algunos perros que sólo son señal de que         avanzamos.
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