Por Jorge Capelán, TcS/RLP.
En su columna de hoy,
 el escritor Sergio Ramírez Mercado dice que el cierre de gobierno en 
los Estados Unidos, que en estos momentos tiene en ascuas a todo el 
mundo, es una expresión de la democracia que impera en ese país. "Son 
los riesgos de la democracia", afirma. Por el contrario, para Sergio 
Ramírez, lo que existe en Nicaragua no es democracia sino una 
"dictadura" - y aprovecha para soltar su vieja cháchara sobre el tema 
que ya todos conocemos.
En la democracia que le gusta a Sergio 
Ramírez, la estadounidense, acostumbran votar como es conocido bastante 
menos de la mitad de los ciudadanos. En la "dictadura" de Nicaragua vota
 regularmente, como es conocido, el 70 por ciento o más de los 
ciudadanos.
Según Sergio Ramírez, lo que existe en Nicaragua es 
un sistema denominado "corporativismo" en el que sindicatos (de 
diferentes filiaciones), Estado y empleadores se ponen de acuerdo sobre 
el salario mínimo y otros temas y luego la mayoría parlamentaria 
existente, que como se sabe es de bastante más del 60%, aprueba leyes 
basada en ese tipo de consensos. Para cualquier observador 
desapasionado, eso es lo que una democracia debería garantizar, es 
decir, la voluntad de la mayoría en un marco de negociaciones, diálogo y
 consenso, pero eso para Mercado es "dictadura".
En la 
"democracia" de Mercado, los Estados Unidos, todos los partidos y 
candidatos dependen de enormes ayudas económicas privadas sin las que 
les sería imposible tener una chance de ganar. Los lobbies privados de 
las empresas multinacionales, así como grupos de presión muy poderosos 
política y económicamente, como el lobby sionista y la mafia anticubana 
de Miami, gastan un estimado que en el año 2008 era de 32,523 dólares 
diarios por miembro del Congreso exclusivamente destinados a la compra 
de votos. Esos grupos se garantizan que las leyes que apruebe el 
Congreso estarán al servicio de sus intereses y no de los de los 
electores. Para Sergio Ramírez eso no tiene nada de corporativismo.
Actualmente,
 el 1% de la población estadounidense controla el 43% del capital de ese
 "democrático" país, mientras que el 80% de los habitantes tienen acceso
 tan solo al 7% del capital. Como contraste, en la "dictadura" que hay 
en Nicaragua, más del 40% del producto interno bruto del país es 
generado por pequeñas empresas asociativas y familiares. Con uno de cada
 31 ciudadanos tras las rejas (716 por cada 100.000 habitantes), los 
Estados Unidos son el país con la población penal más alta del mundo 
tanto en términos relativos como absolutos. Nicaragua, donde según 
Mercado reina una "dictadura", la cifra de reclusos es de tan solo 122 
por cada 100.000, por cierto, la más baja de Centroamérica.
Como 
es conocido, en la "democracia" estadounidense, el Estado espía 
regularmente a todos sus ciudadanos y existen leyes que permiten 
encarcelar a cualquiera sin que medie ninguna acusación concreta, 
solamente por meras sospechas. Eso no es así en la "dictadura" 
nicaragüense, que tampoco ha sembrado el mundo de cárceles secretas en 
las que mantener por tiempo indefinido a ciudadanos de otros países, tal
 y como lo hace la "democracia" estadounidense.
Con estos ejemplos queda muy claro lo que Sergio Ramírez Mercado tiene en mente cuando habla de "democracia".
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