Por Jorge Capelán, Radio La Primerísima, Tortilla con Sal.
OTPOR, la marca transnacional golpista diseñada por los
Estados Unidos para el acoso y derribo del gobierno de Slobodan
Milosevic en Yugoslavia, de Chávez en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia y
una larga lista de etcéteras, estuvo "asesorando" a la resistencia
hondureña escasas semanas después del golpe de estado del 28 de junio de 2009.
¿Qué hacía allí ese grupo? ¿Recolectar inteligencia? ¿Hacer trabajo
diversionista? ¿"Influir" de alguna manera en los acontecimientos?
¿Lavarle la cara a la Casa Blanca? ¿Todas esas cosas juntas?
A fines de julio de 2009, mientras el
pueblo hondureño se batía en las calles contra los golpistas, entre los grupos
de resistentes circulaba una invitación
para asistir a la proyección de la película "Derrocando a un
Dictador", acerca de la caída de Slobodan Milosevic en Serbia "no
por la fuerza de las armas, como muchos lo habían predicho, sino por una
ingeniosa estrategia no-violenta de elecciones limpias y desobediencia civil
masiva". El organizador de la proyección, que tuvo lugar en el local del
sindicato magisterial COLPROSUMAH, fue el "Programa de las Américas"
de la organización “progresista” estadounidense "No Violencia
Internacional".
Este hecho, que fue debatido en su momento
en círculos reducidos de la solidaridad estadounidense con América Latina (aunque
pasado por alto en nuestra región) seguramente arrojará más luz sobre la
historia reciente del país centroamericano. Sin embargo, sus implicaciones
también pueden ayudar a revelar las estrategias del imperio para destruir las
luchas de los pueblos más allá de América Latina, desde Trípoli o Bengazi hasta
Nueva York y El Cairo.
Washington
golpea "por la derecha"
Hoy se conoce bastante sobre la implicación en Washington
en el golpe de estado contra Zelaya "por la derecha", en especial el
papel jugado por agentes como Jacqueline Foglia
Sandoval, que dejó olvidada su carpeta con todos los detalles de la
conspiración en el lobby de un hotel.
También se conoce de sus maniobras para
neutralizar a Zelaya y al ALBA a nivel internacional:
Como dice la investigadora Eva Golinger, "Washington
manipuló a la Organización de Estados Americanos para alargar el tiempo de debate
sobre lo que había que hacer y así no apoyar el regreso inmediato del
presidente Zelaya al poder, como parte de una estrategia que sigue en pie y
simplemente busca legitimar al gobierno de facto y desgastar al pueblo
hondureño que todavía se resiste al golpe".
Y
también golpea "por la izquierda"
Sin embargo, se conoce menos sobre la labor
de los Estados Unidos para influenciar a las fuerzas en resistencia "por
la izquierda".
Por ejemplo, en julio de 2010, un grupo de ONGs
estadounidenses piden a la Secretaria de Estado Hillary Clinton que su
gobierno denuncie las violaciones a los derechos humanos, condicione la ayuda a
Honduras a que se investiguen esos casos, que alienten reformas sobre el
régimen de censura, etcétera. Sin embargo, en ningún lado plantean la demanda
de garantizar las condiciones para el regreso al país de Zelaya y todos sus
ministros a la brevedad posible, o que se llame a una asamblea constituyente.
Es más, los firmantes consideraban a la justicia posgolpista (y co-golpista,
porque fue parte activa del golpe) competente para juzgar y castigar los
crímenes cometidos.
Todos esos reclamos, eran, en aquel
contexto, claramente conducentes a una normalización del golpe.
Recordemos que las elecciones en las que se
dio por ganador a Pepe Lobo habían sido boicoteadas tanto por la Resistencia
como por la Organización de Naciones Unidas y la OEA. Es imposible saber cuánta
gente realmente participó en esas elecciones, pero muchos no fueron a las urnas
por el clima de represión imperante en esos momentos y porque ningún candidato
que representase al antigolpismo participó de la contienda. Una semana después
de firmada la carta, los Estados Unidos reconocían a Pepe Lobo.
Entre los nombres de los firmantes de esa
carta salta a la vista uno muy especial: el de Joy Olson, Directora Ejecutiva
de la Washington Office on Latin America (WOLA), un influyente grupo “liberal” (progresista
en EE.UU.) de cabildeo estadounidense.
La antropóloga Adrianne Pine, en un
excelente trabajo sobre la organización, constata que “aunque muchos
latinoamericanos creen que el papel de Estados Unidos en Honduras es
continuación de las medidas imperialistas que ha adoptado en la región durante
el siglo pasado, en el caso de Honduras se aprecia un nuevo giro: gran parte de
la labor que realiza en la sombra el Departamento de Estado la lleva a cabo una
de las ONG defensoras de los derechos humanos más respetada en Washington:” La
WOLA.
¿Golpistas
capacitando a antigolpistas?
La presencia de OTPOR en Honduras semanas
después del golpe es otro elemento que arroja un poco más luz sobre las
intervenciones políticas del imperio para influir sobre los movimientos
populares.
El redactor de la web
"independiente" The Narco News
Bulletin, Al Giordano, describía uno
de los talleres que el serbio veterano de OTPOR Ivan Marovich dio en
Tegucigalpa en esa ocasión.
Después de la presentación del documental,
"...más de cien participantes de base de la resistencia civil hondureña y
algunos de sus líderes conocidos salieron a hablar con Ivan Marovic (...) era
una de tres sesiones, la única abierta a todo público", explica Giordano.
"El juego es calcular los siguientes
pasos, poner al adversario en una posición en la que no puede reaccionar de
manera adecuada", explica Ivan Marovic a los activistas hondureños. "Diez
personas en la calle no son noticia," dice. "Pero diez personas
haciendo alguna locura es noticia", agrega.
Para el veterano de OTPOR, el fundamento de
la lucha no violenta, que supuestamente llevó a su grupo a crecer de 10 a
cientos de miles de activistas en un par de años, se basa en la adecuada
planificación y ejecución de "dilemas de acción" que pongan en
ridículo a las fuerzas represivas.
Así, al soltar un pavo en una plaza con un
clavel en la cabeza – ornamento distintivo de la viuda de Milosevic – OTPOR
ponía a los policías serbios ante la ridícula situación de tener que arrestar
al animal, minando así la moral de la institución y la imagen del gobierno.
Adaptado a la situación hondureña de las
semanas posteriores al golpe, según Al Giordano, "el dilema (que la
Resistencia Hondureña) plantea al régimen golpista es el siguiente: Si envía a
la policía y al ejército a atacar una marcha pacífica, el régimen no solo
aparece como autoritario, sino también estúpido. Si no manda fuerzas represivas
a atacar la marcha, el mero tamaño de la manifestación que convergerá el martes
que viene en las dos ciudades más grandes será estremecedor y una vez más
demostrará (...) que la cantidad de hondureños que se han movilizado contra el
golpe, cientos de miles, es muchas veces mayor que la de todas las
concentraciones a favor del golpe juntas".
De los artículos (o panegíricos) que ha
escrito Al Giordano sobre Marovic es difícil inferir la influencia real de las
ideas del serbio sobre la Resistencia Hondureña. Si algo es notorio, en todo
caso, es que, a diferencia de las serbias, las
fuerzas represivas de Honduras han tenido – y todavía tienen – una
proverbial falta de sentido del humor. Milosevic, por ejemplo, no mandaba escuadrones
de la muerte a asesinar a los líderes de movimientos como OTPOR, pero los
fascistas hondureños sí lo hacen todo el tiempo con los resistentes.
De hecho, la "revolución" de
OTPOR y sus compinches tampoco fue tan pacífica y humorística como se dice.
Involucró la quema del parlamento, el saqueo de los locales del Partido
Socialista, la destrucción de la estación de la Televisión Serbia (la misma que
meses antes había sido bombardeada por la OTAN), y el ataque a civiles que no
compartían las ideas de los insurrectos.
La “revolución” de OTPOR en Serbia no fue
tal, fue un golpe
propagandístico contrarrevolucionario realizado con
apoyo de los Estados Unidos contra una nación diezmada por casi un decenio
de guerras y agresiones políticas instigadas por la OTAN para destruir a estado
más fuerte de los Balcanes.
"El realidad, el filme
("Derrocando a un Dictador" que se mostró a los resistentes
hondureños) sólo puede ser visto como lo que es, una desvergonzada
pieza de propaganda" a favor de la intervención de Estados Unidos y la
OTAN en el país balcánico. De ahí que su utilidad para revertir el golpe de
estado contra Zelaya resulte más que cuestionable.
La
No-Violencia del Imperio más Violento
Tras el documental presentado en Honduras
se encuentra el Centro
Internacional Sobre Conflictos No Violentos (ICNC), un supuesto
emprendimiento personal del multimillonario y miembro del Consejo de Relaciones
Exteriores de los EE.UU. Peter Ackerman.
El presidente del ICNC, Jack DuVall
es el director de la película, y su productor, el propio Ackerman.
Mientras que Duvall fundó junto con su
amigo y ex director de la CIA, James Woolsey, el Instituto
Arlington, especializado en "pensar sobre los futuros globales y
tratar de influenciar cambios rápidos y positivos", Ackerman es uno de los
directores de la notoriamente célebre Albert
Einstein Institution, fundada en 1983 por el doctor Gene Sharp y
"dedicada a promover el estudio y uso de la acción no-violenta estratégica
en conflictos en todo el mundo".
Fueron esos círculos los que a
inicios del 2000 entrenaron
y financiaron a OTPOR.
Luego del golpe contra Milosevic, OTPOR
cambió de nombre a Centro para la Aplicación de las Acciones y Estrategias
Noviolentas (CANVAS) con el fin de extender las técnicas de golpe suave en
países como Georgia, Bielorrusia y Ucrania. Según la investigadora Eva Golinger, "unas
semanas antes de las elecciones presidenciales venezolanas del 2006,
representantes de CANVAS (miembros de OTPOR) llegaron a Venezuela para formar
jóvenes venezolanos en las mismas técnicas. Poco después, nació un grupo
venezolano, el Plan V, cuya estrategia era idéntica a la de Otpor y sus
afiliados" en Europa del Este.
Pronto, la actividad de OTPOR en las
organizaciones fascistas de la derecha se extendieron al resto de los países
del ALBA. Por ejemplo, Golinger menciona que el cuadro venezolano Jon
Goicoechea, formado por Otpor y la Albert Einstein Institution "viajó
a Bolivia durante el 2007 y 2008 para trabajar y entrenar el Movimiento Juvenil
Cruceñista, de la zona de Santa Cruz, Bolivia, conocido por su actitud y
acciones racistas, violentas y secesionistas. En mayo del 2008, Goicochea
estuvo en Ecuador, entrenando y fomentando la formación de un movimiento
estudiantil de la derecha en ese país, 'Manos Blancas', para contrarrestar la
política socialista del Gobierno de Rafael Correa".
En Nicaragua son
conocidas las diferentes iniciativas promovidas por los Estados Unidos para
crear grupos de jóvenes a partir de la marca OTPOR, ya sea bajo el nombre de
Movimiento Juvenil Nicaragüita, REJUDIN, Nicaragua 2.0 o Frente Amplio de
Oposición – es difícil mantenerse al día con los cambios de siglas aunque todos
lleven el mismo sello derechista imposible de esconder tras un forzado lenguaje
juvenil.
En realidad, la multinacional OTPOR ha
jugado un papel muy importante en diversas partes del globo, por ejemplo en las revueltas del Medio Oriente,
sobre todo en Egipto, donde El 2 de febrero, el gobierno egipcio prohibió salir del país al director del
Instituto Republicano Internacional (IRI) y a varios cuadros de ONGs tóxicas
"promotoras de la democracia" como el IDI y la Freedom House, o
en el movimiento Occupy
Wall Street de Estados Unidos donde el cuadro de OTPOR Ivan Marovich, el
mismo que visitó Honduras en 2009, aparece arengando a los
manifestantes.
OTPOR y la "no-violencia"
imperial no tienen nada que ver con la promoción de la democracia o con llevar
adelante revoluciones, sino con desestabilizar gobiernos por motivos
geopolíticos, con llevar a cabo contrarrevoluciones y con encauzar demandas
populares de modo que el resultado de las protestas sea el deseado por
Washington y las potencias de la OTAN.
¿Amigos
o agentes enemigos?
La organización que patrocinó la muestra
del documental de OTPOR en Honduras escasas semanas después del golpe de Estado
fue el "Programa de las Américas" de la organización progresista
estadounidense "No
Violencia Internacional". El responsable del Programa de las Américas
de la organización es el activista uruguayo-estadounidense Andrés Thomas
Conteris, con un impresionante currículum en el que se encuentran méritos
como el de haber llevado a cabo una huelga de hambre de 40 días frente a la
Casa Blanca demandando el fin de la ocupación estadounidense a la isla
puertorriqueña de Vieques, haber denunciado a través de múltiples campañas los
crímenes de la Escuela de las Américas y ser uno de los fundadores del proyecto
de comunicación Democracy Now! Con
varios años de trabajo denunciando las violaciones de los derechos humanos en
Honduras, Thomas Conteris fue el
único extranjero que permaneció al lado del presidente Manuel Zelaya
Rosales cuándo éste estuvo cercado por los militares en la embajada de Brasil
en Tegucigalpa durante más de 4 meses entre septiembre de 2009 y enero de 2010.
Sin embargo, No Violencia Internacional
tiene nexos que se contradicen con sus credenciales progresistas, como el de
ser la organización que
entregó, por medio de la Fundación
de Caridad El Hibri, el Premio de
Educación El Hibri 2011, nada más ni
nada menos que a Gene Sharp, el fundador de la Albert Einstein Institution y teórico tras
las redes del "pacifismo" imperial. Según la investigadora Eva Golinger, en diciembre
2004, Gene Sharp declaraba al cotidiano suizo, Le Temps: "El Albert
Einstein Institution colabora con la Freedom House, el International Center on
Non Violent Conflict, el Open Society Institute. Hoy en día, ya no soy tan
joven. Creo que Otpor debería asumir el
relevo."
De
Tegucigalpa a las arenas de Libia
"En
Libia, ninguna evidencia de la presencia Freedom House, NED, USAID, etc...Esas
organizaciones sí eran activos en Egipto", escribía en su cuenta de Twitter
desde Benghazi el entonces reportero de la cadena TeleSUR Lindsay Reed el siete
de marzo de 2011. Desde su llegada al país norafricano a fines de febrero de
ese año, la cobertura del corresponsal estadounidense causó desconcierto en no
pocos antiimperialistas deseosos de obtener información confiable sobre los
acontecimientos.
En aquel momento el público de TeleSUR no
sabía a quién creerle sobre Libia: ¿A Jordán Rodríguez, desde Trípoli, o a
Reed, desde Benghazi?
El venezolano Rodríguez informaba sobre un
muy mal comienzo en el país, siendo detenido dos veces y hasta golpeado por
agentes del gobierno libio. También escribía
cosas como “Me voy a dormir con la imagen de un niño partido en dos por una
bomba” y "he visto a periodistas mentir a mi lado, no grabar, no escribir,
no reportar, hablar de cosas que no ven y me pregunto si esta noche podrán
dormir tranquilos".
Por su parte, el estadounidense escribía en
su cuenta de Twitter que "Los
habitantes de Benghazi dicen que no aceptarán armas de Estados Unidos ni de
ningún otro País" y "piden que los gobiernos del ALBA abandonen a
Gaddafi y apoyen la lucha revolucionaria del pueblo Libio".
Desde que empezaron los bombardeos de la
OTAN hasta mediados de marzo, cuando Lindsay Reed fue relevado de sus funciones
en el bastión mercenario de Benghazi, la mitad de la cobertura de TeleSUR sobre
Libia consistió en hacer de megáfono de los puntos de vista de Al Jazeera, la
CNN y demás cadenas de la maquinaria de propaganda de la Alianza Atlántica. La
izquierda europea sucumbió en gran parte a las mentiras gracias a la falta de honestidad de
muchos de sus intelectuales.
En esos círculos, Reed es todavía una
figura respetada, sobre todo cuando aún
luego de conocerse la verdad tras los denominados "rebeldes"
libios, insiste en que lo
que sucedió en Libia fue una rebelión popular.
…y
de regreso a América Latina
Antes de su servicio (consciente o no) a la
OTAN en Libia, la carrera de Reed era realmente impresionante, habiendo sido
jefe de la oficina de Washington de TeleSUR, así como corresponsal en el Haití
desbastado por el terremoto y en la propia Honduras después del golpe.
Reed fue formado en una escuela de
periodismo "independiente" con fuertes lazos con los organismos de
intervención política de Washington: La Escuela de
Periodismo Auténtico de NarcoNews en Yucatán, México.
En febrero de 2010, 22 estudiantes y
profesores de esa escuela[1], en una carta abierta se distanciaron
del hecho de que uno de los financiadores de la escuela, el famoso Jack Duvall
de OTPOR y el ICNC, estuviese implicado en "el entrenamiento de grupos venezolanos
en resistencia civil en la ciudad de Boston en 2005 a cargo del ICNC" – un
hecho que el propio Duvall les confirmó.
"Expresamos nuestro apoyo a la
construcción y defensa del periodismo auténtico, libre de cualquier obligación
más allá del apoyo económico que la escuela ya recibe, y denunciamos
públicamente todo intento de asociarnos al Centro Internacional Sobre el
Conflicto No Violento y sus objetivos", reza el último párrafo de la carta.
Entre los firmantes había un grupo de
periodistas de TeleSUR, que evidentemente falló en descubrir que la mano del
ICNC les había tendido una trampa a Venezuela, a Cuba, a los países del ALBA y
a todos los comunicadores que pensaban que estaban participando en una
actividad de periodismo genuinamente alternativo.
El ICNC no sólo financiaba la actividad, sino
que además aportó miembros del equipo de profesores, entre ellos el propio Jack
Duvall.
El coordinador del curso, Al Giordano,
respondió a los firmantes de la carta, en lo que parece ser su estilo personal,
que el ICNC había pagado sus pasajes de avión a México y que por ello deberían
bailar al son de su batuta; amenazó con nunca más invitar a TeleSUR a
participar en las actividades de la Escuela de “Periodismo Auténtico” a menos
que no fuese bajo sus condiciones y acusó a sus periodistas de ser autoritarios
al negarse a participar en un “intercambio de ideas” con la misma organización
que promovía la sedición contra Venezuela y el ALBA.
Giordano
y Honduras
Desde hace tiempo, Giordano está asociado
con la ONG de afrodescendientes ODECO y su líder, Celeo Álvarez Casildo, del
municipio de La Ceiba en Honduras. De este grupo ha dicho que es "evidentemente,
el
mayor y más avanzado proyecto de organización comunitaria en toda (...)
Honduras".
Sin embargo, este grupo, que en agosto de
2011 organizó una Cumbre Mundial de
Afrodescendientes, es abiertamente rechazado por las organizaciones de los
pueblos negros de Honduras que sí forman parte de la Resistencia.
"En nombre del pueblo negro de
Honduras se
está realizando una cumbre mundial pero los pueblos no tenemos participación",
dijeron representantes de la Alianza 2-14, Organización Fraternal Negra de
Honduras (OFRANEH) y la Coordinadora de Organizaciones Negras (CON), que reúne
en su seno a mas de 20 organizaciones de pueblos negros al anunciar un foro paralelo
sobre el “Acaparamiento de tierras y territorios en África y América Latina”.
A la cumbre organizada por ODECO, y
respaldada por Giordano, asistió el cuestionado presidente Pepe Lobo.
Las organizaciones de afrodescendientes comprometidas
con la resistencia critican la mayoría de los dirigentes de ODECO por ser
"muy
calculadores y siempre estar del lado de los gobiernos, independientemente
de su ideología o color político".
A mediados de agosto de 2010, miembros de
la Coordinación departamental de Atlántida y del municipio de La Ceiba del
Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) desmintieron
declaraciones de un diario local en el sentido de que la Resistencia habría
participado en reuniones con la Comisión de la Verdad salida del entonces
cuestionado gobierno de Pepe Lobo. En esa reunión participaron ODECO y su
dirigente Celeo Álvarez Casildo, " que no es y nunca ha participado en las
actividades de la Resistencia", aseguraron en una nota publicada por la
web oficial del movimiento.
En abril de 2011, una
multitud de hombres, mujeres y jóvenes garífunas con 214 tambores
simbolizando el número de años que han vivido como pueblo en territorio
hondureño, marchó por las calles de Tegucigalpa hacia la Casa Presidencial demandando
respeto a sus derechos humanos.
Además, los manifestantes expresaban su
descontento con proyectos recientemente aprobados por el Congreso Nacional,
tales como las "ciudades modelo" y las concesiones para proyectos
hidroeléctricos en beneficio de la oligarquía interesada en sangrar al país de
sus recursos.
Mientras los activistas de organizaciones
garífunas [y lencas] como OFRANEH y COPINH se manifestaban al sol contra el gobierno,
adentro de la Casa Presidencial, los dirigentes de ODECO brindaban con el presidente Lobo por "los 214 años de
presencia africana en Honduras".
"No vinimos a la Casa Presidencial
para ser recibidos por alguien que no ha sido capaz de resolver, a través del
diálogo, el conflicto con las organizaciones de los maestros; no queremos
celebrar, y no tenemos ninguna razón para hacerlo", comentó la dirigente
de OFRANEH, Miriam Miranda.
Para Al Giordano, el dirigente de la
organización que brindó con Lobo, Celeo Álvarez Casildo, es uno de "los
más respetados y encarnizados" organizadores comunitarios del continente.
Por eso decidió incluirlo en el equipo docente
de su escuela de "periodismo verdadero".
El
enjambre imperial
“¡Le llaman Democracia y no lo es!” dicen
los indignados en España. En EE.UU. los okupas de Wall Street dicen: “Lo único que
tenemos en común es que somos el 99% que ya no tolerará la codicia y corrupción
del 1%”. Son los gritos de desesperación de los que ven las ruinas del Estado
de Bienestar europeo o del Gran Sueño Americano.
Son a la vez las voces herederas de una
tradición de resistencia experta en divisiones sectarias, sometida a las más
refinadas formas de cooptación e infiltración por parte de estados
imperialistas altamente centralizados. Son también el producto de una hegemonía
occidental en avanzado estado de descomposición que ha imbuido y las
conciencias de sus súbditos de la Paranoia Universal – difícilmente un
referente útil para los pueblos del Sur en lucha por su liberación.
El enjambre de siglas creado y financiado
por las potencias de la OTAN, especialmente por los Estados Unidos, para
promover la democracia, la libertad, la no violencia, el medio ambiente, los
derechos de la mujer, los derechos de los pueblos indígenas y los derechos
humanos en general, son artefactos única y exclusivamente diseñados con el fin
de subvertir todas y cada una de esas cosas.
Es hora de que nuestros pueblos, y en el
caso del tema que dio origen a estas líneas, el pueblo hondureño, aprendan la
lección de que nada bueno puede venir de las “ayudas” políticas pagadas desde
el Norte. Es sumamente importante que aprendan también a reconocer las redes
siniestras por medio de las cuales opera la contrainsurgencia del imperio.
[1] Los firmantes fueron: Amanda Huerta Morán (Venezuela), Maylin
Alonso (Cuba), Lourdes Zuazo (Argentina), Paloma Garcia (Argentina), Geovani
Montalvo (El Salvador), Sunny Angulo (Estados Unidos), Wendy Martinez
(Honduras), Noah Friedman–Rudovsky (Estados Unidos), Marianne Simons (Brasil),
Marine Lorman (Francia), Karina Gonzalex (México), Jesee Freston (Canadá), Ter
Garcia (España), Sandra Cuffe (Canadá), Kaelyn Fonde (Estados Unidos), Anne
Vigna (Francia), Charles Hardy (Estados Unidos), Omar Vera (Colombia), Jean
Friedman-Rudovsky (Estados Unidos), Jill Freidberg (Estados Unidos). Natalia
Viana (Brasil) y Greg Berger (Estados Unidos) firmaron la carta pero sin
adherirse al párrafo final de la misma.
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